En mi visita a la exposición de obsesión infinita, me pareció muy
interesante la manera en la que Yayoi representa todo lo que ve y siente. Su
visión es como un mundo totalmente distinto al nuestro, en el que los puntos
predominan. Además de las 3 salas en las que se podían tomar fotos, me
parecieron muy interesantes muchos de sus cuadros, ya que se notaba todo el
esfuerzo que puso en ellos. La técnica que utiliza la noté muy difícil, y sin
embargo, las obras que hace, las reproduce en masa. En una de las salas noté
muy interesante 4 cuadros grandes (que casi nadie se fijaba en ellos) que se
trataban de una serie de medios círculos muy juntos que al juntar los 4
cuadros, se podían ver las veces que repitió estos medios círculos. La sala que
me gustó mucho fue en la que pasaban un video que ella hizo acerca de la visión
que tiene y como ve las cosas. Siento que el público, incluyéndome, se logró
identificar con ella y comprendió la obsesión con la que vive día a día. Después
de ver el video, logré entender y visualizar la “enfermedad” con la que vive,
ya que ella lo editó y dirigió para que la pudiéramos entender. Entrando al
tema de las 3 salas en las que se podían tomar fotos, me gustó mucho que en dos
de ellas había espejos, lo cual las hacia ver infinitas. En conclusión, me
pareció muy interesante la exposición de Yayoi Kusama, ya que nos muestra otro
lado del arte y como una obsesión puede ser aprovechada para dar resultados
artísticos como los que vemos en sus obras.
Yayoi Kusama nació en Matsumoto, Japón. Desde que es pequeña, se
interesó por la pintura y decidió entrar a una escuela de arte. La pintura de
su país no le gustaba mucho. Le interesan más las tendencias de occidente, por
lo que siguió estos estilos. Cubría lienzos, paredes, objetos y hasta personas.
A las grandes superficies las llamaría “redes infinitas.” Ella dice que desde
pequeña ha tenido alucinaciones y pensamientos obsesivos. Los puntos se
refieren a lo que veía en las alucinaciones. Algo que sorprende de Yayoi, es
que sus creaciones las producía en masa. A lo largo de su “carrera” ha ido
desarrollando y cubriendo otros aspectos, como en 2009, que incursionó en la
moda. Una de sus instalaciones más famosas es Infinity Mirrored Room: un cuarto
con espejos y 75 luces LED que parpadean a ritmos distintos.
Fuente: http://museotamayo.org (2 diciembre, 2014)
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